El
año nuevo va a tener mucho que torear; pero mucho. Se acaba de asomar por la
puerta de toriles, y ya se ve que luce un trapío respetable, astifino de
pitones, con aspecto fiero y ganas de pelea. Se ha frenado en la raya del
tercio y mira con altivez a su alrededor. ¿Quién se atreverá a echarle el
primer capote? ¿Será un toro bravo? ¿Acaso un marrajo? ¿Se irá al desolladero
con las orejas colgando? ¿Habrá un triunfo emocionante? ¿Silencio, tal vez…?
¿Acaso, decepción…?
Lo
que está claro es que el toro de 2015 llega cargado de incógnitas. O de
compromisos. Abrumada por la crisis económica, la “destaurinización” de
la sociedad y sus muchas debilidades internas, la fiesta encara un periodo que
bien puede ser calificado de trascendental para su futuro. Dependerá de cómo
sus responsables afronten esta difícil lidia para que el nuevo año suponga una
vital recuperación o, por el contrario, agrave una dolencia que amenaza un
triste final.
Seamos
claros: o el espectáculo se renueva de arriba abajo o encarará sin remedio una
lenta e inexorable agonía. La fiesta de los toros atraviesa momentos muy
oscuros, y, prueba de ello, es que el público le está dando la espalda de
manera constante. A la cada vez mayor sensibilidad social hacia el mundo animal
(ya funciona en este país una emisora de radio -Radio Can- exclusivamente para
perros) se une la crisis económica, la decadencia del toro, el complejo y la
indiferencia de los políticos, los pliegos desorbitados, la irresponsabilidad
vergonzosa de las figuras, el conservadurismo trasnochado de muchísimos
ganaderos, empresarios y apoderados, la sensación permanente de fraude y la
errónea idea periodística de que la ocultación de los males ayuda a su
solución.
Las
medidas que se deban adoptar pueden parecer sencillas, pero no lo son; quizá,
porque el mal está muy extendido y no es posible arreglar en un año lo que hace
décadas que no se atiende.
De
todos modos, he aquí algunos puntos calientes que el toro del 2015 se ha
encontrado ya sobre la mesa:
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En diciembre pasado, la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) tuvo la
feliz idea de convocar a todos los sectores taurinos a una reunión en Sevilla
para analizar el estado de la cuestión y ofrecer propuestas. Más de doscientos
representantes acudieron a la cita, pero faltaron las llamadas figuras del
toreo, salvo Perera, y los empresarios más importantes. Mala cosa e
incompresible ausencia. Por otro lado, aún se está a la espera de que se hagan
públicos los acuerdos; y ya es tarde porque día que transcurre, día que se
pierde.
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Se supone que las cinco figuras que el año pasado vetaron a La Maestranza volverán
en 2015 a la Feria de Abril. Ya quedó clara la postura de cada afectado y los
empresarios han pedido perdón públicamente. Si aun así persisten en su actitud,
apaga y vámonos. Sevilla no se sostiene otra temporada con los carteles de
2014.
-
La Maestranza y las Ventas deben sorprender a la afición con innovaciones que
inciten a pasar por taquilla. Ya no vale hacer lo mismo de siempre. Hay que
motivar al cliente con ideas nuevas. Los carteles de toda la vida ya no
interesan.
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Alguien deberá pensar en alguna ventaja para los espectadores. En esta época de
vacas flacas, un tendido no puede seguir costando 80 euros en la Maestranza.
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Urge que los toreros nuevos
tengan sitio en las ferias importantes. El escalafón necesita renovación.
Todavía hay quien duda que Pepe Moral, Diego Urdiales o Juan del Álamo, por
poner solo tres ejemplos, tendrán una buena contratación en Sevilla y Madrid.
¡Pero, bueno, habrá mayor desatino…!
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Hay que mostrar al toro, que lleva toda la vida encerrado y solo se le saca a
la luz en los últimos veinte minutos de su vida. El gran público debe conocer
al toro en el campo, las ventajas de la dehesa, la labor de los ganaderos y la
supervivencia de un animal que existe para dar lustre a la tauromaquia, como la
gallina sirve para hacer caldo, salvando las distancias.
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Y el Gobierno… Y el PSOE… ¡Qué vergüenza…! El Parlamento aprueba una ley
taurina con los votos del PP, y el Gobierno permite que languidezca sola y
descangallada. ¿Y el PSOE? Taurino en Andalucía por razones convenientes, pero
apegado a la ambigüedad en el resto por razones ideológicas… Incomprensible… Mientras
la política no cumpla con la ley -taurina, en este caso-, y no tenga complejo
de dotarla presupuestariamente, como todas, no habrá solución.
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¿Y cuándo el Tribunal Constitucional tendrá a bien decidir sobre el recurso de
inconstitucionalidad que presentó el PP sobre la prohibición de los toros en
Cataluña? El TC, otro que tal baila…
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Un recuerdo muy especial para David Mora y Posada de Maravillas (y para
cualquier otro torero que ande en tareas de rehabilitación), convalecientes por
su valentía vestidos de luces, con el deseo ferviente de que se les vuelva a
ver pronto en una puerta de cuadrillas.
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Y un ruego final: olvídense de una vez por todas de los anti taurinos. Allá
cada cual con sus creencias y sus conciencias. Los que amamos la fiesta de los
toros no somos torturadores. Y punto.
En
fin, que son muchos los asuntos pendientes, y que es una quimera pensar que
todos puedan encontrar una vía de solución en el año que comienza. Lo grave es
que la enfermedad no admite demora. El toro de 2015 está ya en la plaza, y, a
la fecha de estamos, nadie le ha echado un capote. Ojalá no nos arrepintamos de
ello dentro de muy poco